Título: Cisne Negro (Black Swan)
Director: Darren Aronofsky
Intérpretes: Natalie Portman (Nina Sayers), Mila Kunis (Lili), Vincent Cassel (Thomas Leroy), Barbara Hershey (Erica Sayers)
Año: 2011
Calificación (sobre 10): 9
Buenas noches.
Pocas veces uno sale de la sala tan satisfecho de haberse gastado el precioso (y escaso) dinero del que dispone en una película como de la que os voy a hablar hoy.
Pocas veces uno cree disponerse a contemplar un típico drama humano y sale del cine sabiendo que acaba de ver algo que, aun siendo totalmente bizarro, le ha calado bien hondo.
Pocas veces una película ha representado tan bien la palabra emoción.
Pocas veces serán las que vuelva a decir algo así.
Muchas veces serán las que recuerde el día de hoy, el dia que vi Cisne Negro.
...
Que empiece el primer acto...
En Cisne Negro, nos veremos inmersos en la historia de Nina, una bailarina de ballet, que tras largos y duros años de trabajo consigue un papel protagonista en la obra "El lago de los cisnes". Sin embargo, la díficil relación tanto con el jefe de la compañía como con su principal oponente entre las demás bailarinas, Lili, unido a sus conflictos familiares, arrastrará a Nina en una espiral de obsesión y autodestrucción, en la que sólo importa una cosa...llegar a ser el Cisne Negro.
Para empezar, la película es, fundamentalmente, una vorágine de emociones, tanto tiernas como oscuras, que se ven representadas en la figura de Natalie Portman. Sobre este personaje y sus reacciones ante los sucesos que se suceden durante el metraje gira toda la película. ¿Que hay de especial en esto?, sin duda, el toque de Aronofsky, quien recoge magistralmente todas esos sentimientos, los junta, los mezcla y los reparte uniformemente el conjunto resultante a lo largo de dos horas de película. El resultado: una historia, para que engañarnos, bastante sencilla, en la que sin embargo, gracias a todos estos "añadidos", el espectador se introduce, se pone en la piel de la bailarina, se deja llevar por el compás, sufre con ella, baila con ella y, al igual que ella, duda en ocasiones si lo que está viendo en la pantalla es la realidad o la ficción. Una historia enfermiza, oscura pero bella y emocionante a la vez. Una historia compuesta por una primera mitad más "ligera", más tranquila, a la que sigue una segunda parte que es justo lo contrario, vertiginosa, rápida, siniestra, enfermiza, que desemboca en un final totalmente apoteósico en el que más de uno querrá levantarse de la butaca y aplaudir hasta que le sangren las palmas de las manos.
Sin duda una "rara avis" como pocas veces se ha visto.
En segundo lugar, tenemos un nombre: Natalie Portman. El papel de Nina Sayers parece haber nacido para ella sin duda. Cualquiera que haya visto la película estará de acuerdo conmigo en que no sería lo mismo de haber escogido otra actriz (visto los resultados). La señorita Portman realiza una interpretación de cinco estrellas, logrando el objetivo de la propia Nina, ser a la vez el Cisne Blanco y el Cisne Negro, la castidad, la inocencia y la pureza, rozando la niñez, al mismo tiempo que la lujuria, la "maldad" y la locura, demostrando una capacidad de expresividad como pocas veces he visto, destacando sobre todo las escenas de la función final, totalmente sobrecogedoras. Francamente, lo mejor de la película y un muy merecido Oscar.
Acompañándola, y totalmente eclipsados por esta, se encuentran una serie de secundarios, todos ellos bastante correctos, de entre los cuales podemos destacar a Barbara Hershey, que interpreta a Erica, la sufriente madre de Nina, como la mejor, y a Mila Kunis, rival de Nina dentro del ballet como la más deficiente, aunque no por ello resulte un mal papel.
Quizá si que haya algo de lo que pueda uno quejarse de la pelicula, la, al parecer, imperiosa necesidad de Aronofsky por introducir escenas sexuales. Bien es verdad que el hecho de que Nina se vea incitada por su jefe a masturbarse representa como cambia el personaje a lo largo de la película, renunciando a como era antes, realizando actos que jamás se atrevería a hacer, para lograr así liberarse de sus ataduras y poder alcanzar su sueño de ser el Cisne Negro... pero, ¿de verdad era necesario repetirlo 3 o 4 veces, cuando con una única vez queda comprendido el significado?, francamente, es lo único reprobable que le veo a la película.
Finalmente, antes de la coda, es necesario mencionar el magnífico trabajo de Clint Mansell, que compone una banda sonora totalmente espectacular, mediante variaciones de una obra clásica magna como es la partitura de Tchaikovsky de El Lago de los Cisnes.
Igualmente, otro de los puntos a favor de la película, que además de disfrutarse visualmente se disfruta tambien acústicamente.
En resumen, un producto sobresaliente, totalmente bizarro y enfermizo, pero emocionante y sobrecogedor a la vez, con una Natalie Portman espectacular, logrando el papel de su carrera, y una banda sonora totalmente reseñable.
Aronofsky construye así un film en el que, tanto la historia como la película en sí representan una dualidad: la luz y las tinieblas, la cordura y la locura,la inocencia y la perversión, realidad y ficción, Cisne Blanco y Cisne Negro.
Calderón y final. Telón.
Dejen los aplausos para cuando vean la película.
RECOMENDADO a todo el mundo, hombres y mujeres por igual. Sin duda una de las películas vitales para este 2011. Consultar con su médico de cabecera antes de acudir al cine, puede que la reacción al metraje sea exageradamente emotiva, pudiéndose presentar una sensación de falta de aire, piel de gallina, encogimiento general y erizado capilar a causa de la contemplación de semejante MARAVILLA VISUAL.
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Estoy completamente de acuerdo! es increíble, espectacular... la actuación alucinante, la banda sonora no hay palabras para describirla! pero tío! tienes que hablar de la coreografía (ya sabes que es lo que a mí más me gusta) Porque esos movimientos son sobrenaturales, esa musicalidad no puede ser humana! Sí, ha merecido la pena... =)
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