domingo, 5 de diciembre de 2010

LA DÉCIMA SINFONÍA de Joseph Gelinek

Daniel Paniagua es un prestigioso musicólogo especialista en Beethoven que, un día, es invitado a asistir a un concierto exclusivo del maestro Ronald Thomas, que se dispone a mostrar al mundo de la música su supuesta reconstrucción de la mítica Décima Sinfonía de Beethoven.
Sin embargo, cuando tras el concierto el prestigioso músico sea asesinado, Daniel se verá inmerso en una conspiración para encontrar el aunténtico manuscrito de la Décima, en la que todos son sospechosos, y en la que el oscuro pasado de Beethoven jugará un papel decisivo.

El thriller es un género que siempre ha tenido un puesto destacado dentro de los gustos de la inmensa mayoría de los lectores, y más aún estos días con el impulso que le ha dado al género lo que un servidor llamo "literatura de conspiraciones", moda inaugurada por la ya mítica El código Da Vinci de Dan Brown, y otras obras suyas como Ángeles y Demonios y El Último Símbolo , así como por la novela de superior calidad El ocho de Katherine Neville, que dejaron el terreno abonado para que multitud de autores, en su mayoría desconocidos para todos, se lanzaran a la aventura y decidieran probar con el reto de escribir un thriller. Lo malo es que en muchos casos, la inexperiencia se hizo patente , surgiendo productos de escasa calidad, que van desde lo regular hasta lo más soporífero. Algunos sin embargo, simplemente te dejan indiferente, La Décima Sinfonía se incluye dentro de esta categoría.

La Décima Sinfonía, dicho con las mejores palabras posibles, es ni más ni menos que un refrito de todos los thrillers importantes que ha habido en los últimos años. Para lograr este mezcla, no hay más que coger una pizca de conspiración mundial y artefactos míticos que bien podían hallarse en El Ocho, mezclarlo con alguna sociedad secreta DanBrowniana, añadirle una pizca de hechos relacionados con Beethoven, para que se note de que va la novela, y ¡voilá!, ya tienes tu Décima Sinfonía.
De ahí que a lo largo de la trama el lector se encuentro elementos de todo tipo, ya sean cadáveres decapitados, claves encriptadas, códigos místicos, descendientes de Napoleón o masones (que por algún lado tenían que aparecer), logrando un batiburrillo de conceptos que desconcierta incluso al propio autor, prueba de ello es el hecho de que la trama avance a trompicones, perdiéndose en giros del argumento totalmente innecesarios y que no conducen a ningún sitio, para finalmente resolverse de manera totalmente precaria, intentando atar todos los cabos sueltos aparecidos durante la trama y dejando al lector, obviamente, con un palmo de narices, y al propio autor, con un cartel de INEXPERTO colgado del cuello.

Dicho esto, queda claro que, a pesar de tratar un tema atractivo, la novela no acaba de convencer, ya que, amen de todo lo ya mencionado, presenta unos personajes totalmente planos y repetidos a lo largo de los últimos años hasta la sociedad y un estilo de escritura en el que no acaba de quedar clara la intención del autor, ya que por un momento te presenta un diálogo entre dos personajes en un registro culto a más no poder para, al cabo de dos líneas, liarse a soltar vulgarismos propio del más cateto de los pueblerinos (sin ánimo de ofender).

Ahora sí, al margen de estos conceptos, cabe destacar algo digno de aplaudir, y es el aplastante y totalmente reconocible conocimiento del autor sobre la vida y obra de Beethoven, y es que, si no fuera por el enfoque novelístico que el autor le intenta dar a la obra, bien podría ser un tratado sobre la vida del compositor. Cuando uno lee la novela, le queda claro al instante el enorme trabajo de documentación que hay detrás de esta y también, el esfuerzo por intentar que detalles tan enrevesados de la historia de la música le lleguen claros al lector, lo que es desde luego un punto a favor del autor.

En resumen, la Décima Sinfonía es un thriller mediocre como otros tantos, en el que la mezcla de personajes planos, una trama mal lograda, un estilo pésimo y, en conjunto, una obra fruto de la inexperiencia, hace que la novela haga aguas por todas partes, logrnado que el lector pronto se canse de ella. A pesar de ello, sí que supone un gran trabajo de documentación, una narración precisa y clara de algunos de los datos menos conocidos de la vida y obra del compositor lo que, para alguien como un servidor, amante de la música clásica, es de agradecer. Así que...

RECOMENDADO únicamente a aquellos interesados en la música clásica y/o en las vidas de los grandes compositores, ya que siempre viene bien saber algo más de estos grandes. En cuanto a aquel que busca el thriller del año, siga buscando, porque aquíúnciamente hallará más de lo mismo.

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