lunes, 24 de mayo de 2010

HARRY POTTER Y EL CÁLIZ DE FUEGO de J.K. Rowling

NOTA: Posiblemente existan referencias a anteriores entregas a lo largo del post que, por el hecho de ser una cuarta parte, no señalare como SPOILERS

Harry Potter (decir quien es a estas alturas de siglo sería un ejercicio totalmente innecesario) tiene ya 14 años y está preparado para empezar su cuarto curso en la escuela Hogwarts de Magia, sin embargo, cuando durante los Mundiales de Quidditch unos disturbios provocados por partidarios de Lord Voldemort, el antaño señor oscuro, se salden con la aparición de la llamada Marca Tenebrosa. A partir de aquí comenzarán una serie de fatídicos acontecimientos en los que Harry parece siempre tener algo que ver, y que culminan cuando, durante la celebración del Torneo de los Tres Magos (un acontecimiento que reuna a las escuelas de magia más importantes de Europa para que tres de sus alumnos se enfrenten a lo largo de una serie de pruebas) el nombre de Harry aparece en el Cáliz de Fuego, obligándolo así a participar en el susodicho. ¿Quién puso el nombre en el Cáliz de Fuego? ¿Por qué? son misterios que Harry deberá intentar resolver mientras se enfrenta a tres terribles pruebas que podrían llevarle a la muerte.

Hablar del Cáliz de Fuego es hablar de la novela de maduración de Harry Potter, principalmente porque por primera vez Harry se enfrenta a problemas que afectan directamente a su persona (aunque se podría considerar que la trama en torno a Sirius Black durante el tercer libro sería el comienzo de estos problemas). Ya no es el niño que intenta impedir que el señor oscuro se haga con la piedra filosofal o que intenta resolver el misterio que esconde la Cámara de los Secretos. Aquí Harry se encuentra cara a cara con peligros que nunca había enfrentado y que tiene que superar el sólo, sin ayuda. Por lo tanto, conforme vayamos avanzando en la novela y sobre todo al final, veremos como Harry madura, deja de ser un niño para dar paso a una persona consciente de que el papel que tiene que cumplir dentro del mundo que le rodea es mucho más importante de lo que él pensaba. Dicha maduración se refleja sobre todo en el tono oscuro que rodea a la novela en la que, por primera en toda la saga, se ven reflejadas explícitamente las muertes de algunos personajes, tono oscuro que se hará mucho más patente en las posteriores secuelas.

Miento al decir que Harry se debe enfrentar a sus problemas solo, ya que como apoyo tendrá a una serie de personajes que intentaran ofrecerle toda la ayuda posible. Al margen de la tríada principal de personajes: Harry, Ron y Hermione (que por cierto sufren conflictos a lo largo del libro, otro síntoma de maduración del personaje, el cual intenta resolver dichos problemas personales de la forma más razonable), tenemos a personajes nuevos y ya conocidos que merecen sin duda que me detenga un poco en ellos.
Por un lado, el cazador de magos tenebrosos más temido de todos y nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras: Alastor "Ojoloco" Moody. Personaje único allí donde los haya que, a diferencia de los anteriores profesores de DCLAO goza de un papel mucho más "importante". Quirrel del primer libro era un personaje más en ese mundo que J.K. Rowling describía (exceptuando el final del libro), Gilderoy Lockhart del segundo era un elemento cómico añadido a la obra y Lupin era una especie de "ayuda en los momentos más difíciles", Moody sin embargo un personaje totalmente diferente, que siempre estará presente para ayudar a Harry, para sacar de quicio a más de uno o simplemente para provocar un poco el caos allá donde vaya. Radical, Extravagante, Loco, Violento, Cruel...son tantos los adjetivos que se le pueden aplicar a este personaje, que en más de un momento parece estar peligrosamente situado en la frontera entre el bien y el mal y que regala algunos de los momentos más memorables del libro (inolvidable el capítulo en el que enseña las maldiciones imperdonables a sus alumnos), lo que lo convierte en uno de los personajes más brutales y atractivos del libro y de toda la saga en general.

Por otro lado, Harry seguirá contando con el apoyo de Sirius Black, con un papel menos protagonista pero más activo que en el tercer libro (los que lo hayan leído lo entenderán) así como por parte de Hagrid, que aporta tanto elementos cómicos (escregutos de cola explosiva XD ) como trágicos a lo largo del libro, además de la reaparición de cierto elfo doméstico que en esta ocasión no traerá quebraderos de cabeza al protagonista.

Al igual que amigos, Harry seguirá teniendo enemigos, y esta vez más que nunca, ya que, como un augurio de muerte, aquellos que desean el mal para el brotarán de todas las aprtes imaginables. Aparte del antagonista de Harry, Draco Malfoy, tenemos a Igor Karkarov, director del colegio vistante Durmstrang, que al parecer, indignado por el hecho de que Harry entrara en el Torneo, intentará pararlo usando como títere a su campeón Viktor Krum. Acosado además por aquellos que desean su expulsión del Torneo, Harry se enfrentará a un enemigo que nunca antes había tenido: la opinión pública. Y es que la aparición de una periodista sensacionalista como es Rita Skeeter no le pondrá las cosas fáciles a Harry, quien se verá atacado por gente de su alrededor, gente de fuera del colegio, y lo que es peor, por gente de su círculo más cercano (algo así como lo que ocurrió durante el segundo libro cuando todo el colegio creía que el era el heredero de Slytherin pero potenciado al extremo) , lo que representará uno de los problemas principales a los que tendrá que hacer frente.

He hablado ya mucho sobre los personajes, y podría seguir hablando, sin embargo, no puedo acabar el post sin detenerme un poco en J.K. Rowling.
Crear un mundo de la nada es una tarea extremedamante difícil, un mérito que ya le reconocí en su tiempo a J.R.R Tolkien, a Stephen King (ese Mundo Medio de su saga de la Torre Oscura) y tambien a J.K. Rowling. Sin embargo, hacer evolucionar ese mundo conforme evoluciona tu visión del mundo que te rodea es algo que muy pocos pueden hacer y que J.K. Rownling consigue exitosamente aquí. Y es que la maduración del personaje es en sñi una maduración de la propia autora y del rumbo que desea que su obra tome, y esto se hace plausible en muchos aspectos: tono de los diálogos, descripciones y narraciones; en los nuevos personajes creados; en el desarrollo de la trama e incluso se aprecia una considerable maduración en el estilo de escritura (que comienza a alejarse del tono más infantil de los libros anteriores.

En resumen, Harry Potter ya no es el niño mago que era, y eso queda muy claro en esta cuarta entrega de la saga. Una novela mucho más oscura que sus predecesoras, mucho más madura, quizáun poco larga, ya que existen partes que podrían haberse reducido (el dilema de Hermione frente a la esclavitud de los elfos domésticos ocupada demasiadas páginas a mi aprecer). Sin embargo, eso no quita que la n0vela sea agradable, fácil de leer, atrapante y lo que es mucho más importante: entretenida a más no poder.
Así pues, creo que estos son suficientes motivos para que, cualquier intereado, se relaje, tome asiento y se prepare para disfrutar de la frenética emoción del Torneo de Los Tres Magos.


RECOMENDADO a fanáticos de Harry POtter ( la maldición imperius os ordena releer este libro), aquellos que hayan comenzado el viaje por el mundo mágico y deseen continuar, a todos los que quieran pasar un buen rato, a los que crean como yo que un dragón en la contraportada de un libro siempre queda bien y sobre todo a aquellos escépticos que crean que por ser una novela destinada a un público más joven no puede tener violencia, muertes, desgracia y temas oscuros por todas partes... ¡¡ AVADA KEDABRA!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario